Avistamiento de ballenas

El avistamiento de ballenas en Baja California es una de las emociones más hermosas y fuertes que puedes vivir en tu viaje.

Ballenas grises del Polo Norte a las aguas de Baja California

A finales de septiembre o inicios de octubre, las ballenas grises inician su migración. Dejan la helada Alaska para llegar a las cálidas aguas del sur de California. Esta es la migración más larga que se conoce, viajan 16.000 km para llegar hasta Baja California donde inician los ritos de cortejo y traen al mundo a las crías concebidas el año anterior.
Desde el primer contacto entre una ballena y un ser humano, ocurrido en 1977, el gobierno mexicano ha promovido una gran campaña para la protección y conservación del hábitat marino y terrestre de estos mamíferos, esencial para su alimentación y reproducción.
El Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales ha promulgado leyes y ha establecido reglamentos para la observación de las ballenas concediendo permisos para los avistamientos a un número reducido de embarcaciones y determinando una distancia y velocidad que hay que mantener al acercarse. También se ha prohibido el uso del SONAR, las sondas para localizarlas, la pesca y cualquier tipo de actividad acuática y aérea sobre la zona protegida para evitar todo tipo de posible molestia durante el apareamiento y el parto.
Desde el riesgo de extinción de este mamífero en 1850, se ha logrado por fin el éxito de conservación de esta especie, esto se ha demostrado gracias al censo de ballenas promovido por la Comisión Nacional de áreas naturales en el 2019.

Temporada de ballenas de Baja California: es posible admirarlas de diciembre a abril

Las ballenas grises llegan a las aguas de Baja California hacia finales de diciembre y permanecen hasta mediados de abril.

En estos meses dan a luz a sus crías, que en unos pocos metros de agua suben rápidamente a la superficie a darnos su primer aliento, esto permite avistamientos extraordinarios.
Los cetáceos miran sin parpadear a los barcos de turistas y se dejan observar, acercar e incluso acariciar.
Hay turistas que a veces las besan y abrazan.
Saltan, soplan y las crías siguen a sus madres que intentan protegerlas nadando junto a ellos; a menudo son los pequeños los que emergen a la superficie y te miran, igual de curiosos que los niños.
Buscan contacto visual, y es una gran emoción verlos subir, respirar y encontrar su mirada.
Aunque son animales en libertad y no hay total certeza de poderlas ver y acercarse, Baja California Travel puede organizar salidas en barco a los lugares